
Ilha das Flores es un excelente video ficcional, documental y educativo.
Para verlo hacé click en este enlace:
http://www.youtube.com/watch?v=TIeU7_yqrpc
Taller Integrador Interdisciplinario del Campo de la Práctica - Profesorados de EPB e Inicial - ISFDT32 Balcarce


Dharavi se encuentra al norte de la zona centro de Bombay, en la India. Uno de las ciudades con mayores contrastes del planeta. Dos autopistas limitan su territorio y la segregan del núcleo rico de la capital. Un millón de almas comparten apenas 3 kilómetros cuadrados de terrenos inundables y más de 60.000 chamizos de menos de 10 metros cuadrados cada uno.
Quiero que conozcas nuestra forma de (sobre)vivir el día a día. Te voy a llevar por alguno de los rincones de mi barrio, a través de atajos y angostas callejuelas. Tendrás que venir andando pues las estrecheces impiden el paso de cualquier vehículo, incluidos los famosos rickshaws.
Lleva algo de agua mineral. No tenemos agua corriente en nuestras casas. Apenas dos horas al día las fuentes públicas nos devuelven el agua que alguna vez desterramos. Paradójicamente nuestra ciudad es atravesada por los dos mayores colectores que sirven de agua a la capital. Dos tuberías de 2 metros de diámetro que nos refrescan al contacto en verano y nos vaporizan de humedad en invierno. Tampoco bebas mucho. Sólo disponemos de 1 retrete por cada 2000 habitantes. Insuficiente para forasteros con escrúpulos. No te olvides tampoco del calzado cerrado. A ambos lados de las vías principales discurren, abiertos, los canales fecales que vacían nuestras letrinas.

Saldremos del Hotel Kuthoop, en el centro de la calle de los alfareros. El más lujoso de nuestros hostales al servicio de foráneos e invitados.
Sobre somieres de cuerdas y arpillera, levantados lo suficiente para el paso de ratas y roedores, descansaremos hasta el alba, punto de partida de nuestra excursión.
No te agobies por las miradas. Dharavi no es un barrio de paso y los forasteros causan sorpresa e impresión pero siempre desde la empatía. La mayoría de mis vecinos jamás han salido de aquí. Atrapados por casta y miseria su mundo comparte límites con la ciudad. Por eso tenemos que arreglarnos con nuestros medios y, a pesar de todo, disponemos de mercados, escuelas clandestinas, hostales, templos religiosos y hasta improvisados hospitales.
La ciudad la seccionan dos vías de ferrocarril sin paradas. Cada tres minutos hay que despejar las traviesas para el paso del tren que deja libre la mayor arteria de Dharavi. Los más importantes negocios y tiendas se hacinan entorno a estas vías. Es nuestro escaparate y conexión con el mundo exterior. La única forma de mostrar la artesanía a los extranjeros, aunque sea de un fugaz vistazo.
No lleves dinero. No te hará falta. Aquí nos manejamos con pequeños y coloridos trozos de plástico que nos sirven como moneda y trueque. La mayoría de nosotros los reciclamos de la basura para revenderlos a la industria juguetera de la capital. Por eso es muy común el intercambio de artículos de primera necesidad por ésta, nuestra moneda.
La tierra y las circunstancias son, como ves, nuestros principales recursos. Con el barro arcilloso de las calles elaboramos nuestra artesanía alfarera. Y con los jabones recolectados de hoteles y residencias fundimos y rehacemos nuestra llamativa y aromática versión que revendemos en el mercadillo. Más de 20.000 establecimientos dan colorido y vida a nuestras callejuelas.

Al final de la avenida principal está la oficina de correos. Desde allí podrás enviar esta ‘postal’ a cualquier parte del mundo.
¡Feliz Viaje y gracias por acompañarme hermano!
Información estadística:
Superficie de Dharavi: 216.506819 hectáreas (216 manzanas)
Población de Dharavi: ~ 1.000.000 habitantes.
Densidad poblacional: 4.630 habitantes por hectárea.
Subido por Luciano
¿Quién quiere ser millonario? (Who Wants to Be a Millionaire? en inglés), es un concurso que se emite en la actualidad en 55 países. El programa empezó a emitirse en el Reino Unido, y su nombre era Cash Mountain, empezó el 4 de septiembre de 1998. El primer concursante en llevarse el premio máximo fue el estadounidense John Carpenter, que ganó un millón de dólares. Pero también un concursante llamado Chase Sampson participó en este programa y no logró ganar ningún premio luego de responder incorrectamente la primera pregunta.
Versiones de “Quién quiere ser millonario” en el mundo.
En la pantalla de Canal 13 (Argentina) los miércoles a la noche, con la conducción de Julián Weich. El programa se emitió durante 2002, hasta el 2003.
Formato
Para concursar hay que hacer una llamada y ser seleccionado; en el plató se encuentran varios aspirantes, y tan solo 1 de ellos va a concursar, el que consiga contestar a una pregunta (normalmente, ordenar de mayor a menor o viceversa cuatro elementos) más rápido de todos.
Hay 15 preguntas, cada una asignada a un valor de dinero, con 3 "pisos". En cada pregunta se cuenta con 4 opciones: A, B, C y D, que pueden reducirse a 2 con el comodín del 50%. El participante luego de decidir su respuesta es consultado si la respuesta que dio es definitiva. Si acepta, la elección no puede ser revertida.
Los menores de edad no pueden concursar, excepto en programas especiales pensados para ellos, ninguna persona que trabaje en las empresas proovedoras o en el canal que emite el programa, cualquier persona que haya participado en algún concurso de esta cadena en los últimos 6 meses, tampoco ningún concursante que haya pasado a la final.
Comodines
Rara ha sido la vez, a lo largo de tantos años de práctica pedagógica, y por lo tanto política, en que me he permitido la tarea de abrir, de inaugurar o de clausurar encuentros o congresos. Acepté hacerlo ahora, pero de la manera menos formal posible. Acepté venir aquí para hablar un poco de la importancia del acto de leer. Me parece indispensable, al tratar de hablar de esa importancia, decir algo del momento mismo en que me preparaba para estar aquí hoy; decir algo del proceso en que me inserté mientras iba escribiendo este texto que ahora leo, proceso que implicaba una comprensión crítica del acto de leer, que no se agota en la descodificación pura de la palabra escrita o del lenguaje escrito, sino que se anticipa y se prolonga en la inteligencia del mundo. La lectura del mundo precede a la lectura de la palabra, de ahí que la posterior lectura de ésta no pueda prescindir de la continuidad de la lectura de aquél. Lenguaje y realidad se vinculan dinámicamente. La comprensión del texto a ser alcanzada por su lectura crítica implica la percepción de relaciones entre el texto y el contexto. Al intentar escribir sobre la importancia del acto de leer, me sentí llevado –y hasta con gusto– a “releer” momentos de mi práctica, guardados en la memoria, desde las experiencias más remotas de mi infancia, de mi adolescencia, de mi juventud, en que la importancia del acto de leer se vino constituyendo en mí.
me está traicionando la memoria– me es absolutamente significativa. En este esfuerzo al que me voy entregando, re-creo y re-vivo, en el texto que escribo, la experiencia en el momento en que aún no leía la palabra.
actividad perceptiva, y por eso mismo como el mundo de mis primeras lecturas. Los “textos”, las “palabras”, las “letras” de aquel contexto –en cuya percepción me probaba, y cuanto más lo hacía, más aumentaba la capacidad de percibir– encarnaban una serie de cosas, de objetos, de señales, cuya comprensión yo iba aprendiendo en mi trato con ellos, en mis relaciones mis hermanos mayores y con mis padres.
madurando, las pintas negras del mango ya más que maduro. La relación entre esos colores, el desarrollo del fruto, su resistencia a nuestra manipulación y su sabor. Fue en esa época, posiblemente, que yo, haciendo y viendo hacer, aprendí la significación del acto de palpar.
que siempre fundamental para mí, no hizo de mí sino un niño anticipado en hombre, un racionalista de pantalón corto. La curiosidad del niño no se iba a distorsionar por el simple hecho de ser ejercida, en lo cual fui más ayudado que estorbado por mis padres. Y fue con ellos, precisamente, en cierto momento de esa rica experiencia de comprensión de mi mundo inmediato, sin que esa comprensión significara animadversión por lo que tenía encantadoramente misterioso, que comencé a ser introducido en la lectura de la palabra. El desciframiento de la palabra fluía naturalmente de la “lectura” del mundo particular. No era algo que se estuviera dando supuesto a él. Fui alfabetizado en el suelo de la quinta de mi casa, a la sombra de los mangos, con palabras de mi mundo y no del mundo mayor de mis padres. El suelo mi pizarrón y las ramitas fueron mis gis.
no se constituye en conocimiento del objeto. Por eso es que la lectura de un texto, tomado como pura descripción de un objeto y hecha en el sentido de memorizarla, ni es real lectura ni resulta de ella, por lo tanto, el conocimiento de que habla el texto.
creador, el proceso de la alfabetización tiene, en el alfabetizando, su sujeto. El hecho de que éste necesite de la ayuda del educador, como ocurre en cualquier acción pedagógica, no significa que la ayuda del educador deba anular su creatividad y su responsabilidad en la creación de su lenguaje escrito y en la lectura de su lenguaje. En realidad, tanto el alfabetizador como el alfabetizando, al tomar, por ejemplo, un objeto, como lo hago ahora con el que tengo entre los dedos, sienten el objeto, perciben el objeto sentido y son capaces de expresar verbalmente el objeto sentido y percibido. Como yo, el analfabeto es capaz de sentir la pluma, de percibir la pluma, de decir la pluma. Yo, sin embargo, soy capaz de no sólo sentir la pluma, sino además de escribir pluma y, en consecuencia, leer pluma. La alfabetización es la creación o el montaje de la expresión escrita de la expresión oral. Ese montaje no lo puede hacer el educador para los educandos, o sobre ellos. Ahí tiene él un momento de su tarea creadora.
